¿Habías oído hablar del síndrome de identidad robada?
Análisis Psicológico de la conducta de Imitación Extrema
Isabel Rejano
9/25/20233 min read
Uno de los comportamientos más inquietantes para los psicólogos investigadores es el de las personas que hacen una imitación extrema de la vida de otras personas, a menudo llegando al punto de "robar" sus identidades. Este fenómeno, al que puedo denominar como el síndrome de identidad robada, plantea preguntas fundamentales sobre la psicología de la identidad, la empatía y la búsqueda del sentido de la vida. Un ejemplo de uno de estos casos es el que aparece en la película de Netflix “Hogar”, en la que el actor Javier Gutiérrez “roba” la vida del personaje interpretado por Mario Casas. En este artículo, exploraremos este comportamiento desde una perspectiva psicológica y analizaremos los factores que pueden contribuir a su desarrollo.
La Psicología de la Imitación Extrema
La imitación es connatural al desarrollo humano y puede ser una herramienta poderosa para el aprendizaje y la adaptación social en todas las especies animales. Sin embargo, cuando la imitación se convierte en una obsesión y lleva a la apropiación de la vida de otra persona, se convierte en un fenómeno mucho más complejo. Los individuos que experimentan el síndrome de identidad robada pueden sentir una profunda necesidad de ser alguien que no son, a menudo debido a un sentimiento de vacío en sus propias vidas.
Factores que influyen:
1. Baja Autoestima: Las personas que no se sienten satisfechas consigo mismas pueden buscar en otras personas otros modelos de vida que consideren más exitosos o felices.
2. Carencia de Identidad Propia: La falta de una identidad sólida o de metas personales claras puede hacer que algunas personas sean más susceptibles a la imitación extrema. Esto puede ocurrir por experiencias de vida traumáticas o por desafíos emocionales.
3. Necesidad de Validación: Algunos individuos buscan la validación social y la aceptación a través de la imitación de aquellos a quienes admiran.
Consecuencias Psicológicas:
Las personas que lo sufren pueden experimentar sentimientos de ansiedad, depresión y confusión, ya que tratan de reconciliar su identidad "robada" con su verdadero yo. Además, las relaciones interpersonales pueden verse afectadas, ya que las personas imitadas pueden sentirse traicionados o confundidos por esta conducta.
Tratamiento:
La terapia cognitivo-conductual y la terapia de identidad son enfoques que pueden ayudar a los individuos a comprender sus propias necesidades y desarrollar una identidad más sólida y auténtica. La empatía y el apoyo de profesionales de la salud mental se antoja imprescindible en estos casos, para ayudar a quienes experimentan este síndrome a encontrar un sentido de identidad más sólido y satisfactorio de sus propias vidas.
Diferencias con las personas entrometidas
No hay que confundir este síndrome con el comportamiento de las personas que se entrometen en las vidas de los demás. En el síndrome de identidad robada, la motivación principal es la búsqueda de una identidad alternativa; Las personas afectadas tienden a sentir un profundo descontento con su propia identidad y buscan modelar sus vidas de acuerdo con alguien a quien admiran o consideran más exitoso o feliz.
Sin embargo, las personas que se inmiscuyen en la vida de otros, a menudo lo hacen por una combinación de curiosidad, interés genuino en las vidas de sus amigos o una búsqueda de conexiones sociales más profundas. Generalmente no buscan copiar o adoptar la identidad de otro, pero pueden mostrar interés en las actividades, relaciones o pasatiempos de sus allegados, a menudo de manera abierta y sin pretensiones. Esto puede conllevar en algunas personas aprecio por el interés del otro, pero otras personas pueden sentirse incómodas o invadidas en su “espacio vital”. En general, las consecuencias negativas tienden a ser menos severas que en el caso del síndrome de identidad robada.
Isabel Rejano
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