Depresión de verano

Una realidad que necesita ser entendida y atendida

Isabel Rejano

7/26/20233 min read

a woman in a white dress looking out a window
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El verano es una época del año asociada con actividades divertidas, picnics y momentos de alegría con amigos y familiares. Sin embargo, para algunas personas, este momento puede ser una prueba emocional, marcada por sentimientos repentinos de tristeza y depresión. La depresión de verano es un hecho que merece ser entendido y abordado para ayudar a quienes luchan con este difícil problema.

Es cierto que muchos echamos de menos los días de sol y las altas temperaturas, pero no todo el mundo comparte este sentimiento. La depresión estacional, también conocida como trastorno afectivo estacional, a menudo se asocia con el invierno y los días más cortos. Sin embargo, un número significativo de personas experimenta síntomas depresivos durante los meses de verano, una depresión de verano.

Las causas de la depresión de verano son diferentes y pueden variar de persona a persona. Algunos de los desencadenantes incluyen:

Cambio de rutina: Para muchas personas, el verano puede significar una pausa en su rutina diaria. Los horarios de trabajo y estudio pueden cambiar y esto puede generar un desequilibrio en la vida diaria, afectando negativamente la salud mental.

Sentirse aislado: Las vacaciones de verano pueden causar sentimientos de soledad en personas que no pueden viajar o participar en actividades sociales, lo que a su vez genera sentimientos de aislamiento y soledad. Expectativas incumplidas: a menudo se espera que el verano sea un momento de diversión y felicidad. Cuando no se cumplen estas expectativas, pueden surgir sentimientos de decepción y tristeza.

Calor extremo: Para algunas personas, el calor extremo puede ser incómodo e incluso causar síntomas físicos y emocionales negativos.

Cuerpo y autoestima: Cuando llega el verano, muchas personas se ven obligadas a lucir sus cuerpos en trajes de baño, lo que puede aumentar los complejos y afectar la autoestima.

Síntomas de la depresión de verano

Los síntomas de la depresión de verano pueden ser diferentes a los de la depresión de invierno. Algunos de ellos incluyen:

Insomnio o dificultad para dormir: Las altas temperaturas y la exposición al sol pueden alterar el sueño normal. Irritabilidad y agitación: en lugar de letargo, algunas personas pueden sentirse más irritables o inquietas durante el verano.

Pérdida de apetito: Las altas temperaturas pueden reducir el apetito en algunas personas, lo que lleva a comer de menos. Sentirse agotado: el calor puede ser agotador física y mentalmente, lo que hace que los niveles de energía bajen.

Aislamiento social: algunas personas pueden evitar las actividades sociales debido al estrés emocional, lo que puede prolongar el ciclo de la depresión.

Lidiando con la depresión de verano

La depresión de verano no se puede ignorar y es importante buscar ayuda si los síntomas interfieren con el funcionamiento diario y la calidad de vida. Algunas estrategias para lidiar con esta condición pueden incluir:

Pedir ayuda: Hablar con amigos, familiares o profesionales de la salud mental puede ser una oportunidad para compartir sus sentimientos y obtener comprensión y apoyo.

Mantener una rutina: Aunque el verano puede implicar cambios en la rutina, tratar de mantener cierta estructura en el día puede ser beneficioso para el bienestar mental. y mantener también una correcta rutina de sueño y alimentación.

Practicar técnicas de relajación: El aprendizaje de técnicas de relajación, como la meditación o la respiración profunda, puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad.

Evitar el aislamiento social: Participar en actividades sociales y mantenerse en contacto con los demás puede ser un factor protector contra la depresión.

Controlar la exposición al sol y el calor: Manteniéndose fresco y protegiéndose del sol adecuadamente, puede reducir las molestias físicas que pueden agravarlo. Busque ayuda profesional: si los síntomas persisten o son graves, es importante buscar ayuda de un profesional de la salud mental que pueda brindarle la orientación y el tratamiento adecuados.

Mantenerse activos: El mejor remedio contra la depresión suele ser mantenerse siempre activo, bien sea practicando deporte, paseos, actividades laborales o de ocio, etc. siempre procurando evitar el aislamiento. No tener una vida vacía suele solucionar bastantes problemas de este tipo.

Conclusión

Cabe señalar que la depresión estival es un hecho real y merece ser comprendida y tomada en serio. Reconocer y tratar los síntomas de la depresión en cualquier época del año es fundamental para mejorar la salud mental y emocional de las personas con esta condición. La comprensión y el apoyo adecuados pueden marcar una gran diferencia en la vida de las personas que luchan contra la depresión del verano.

ISABEL REJANO

www.Isabelrejano.es