¿A qué edad permitir el uso del primer móvil?

Niños, jóvenes y adultos pueden tener consecuencias por usar las nuevas tecnologías

Isabel Rejano

11/30/20236 min read

La era digital ha cambiado las premisas sobre la educación de nuestros hijos y, en un mundo hiper tecnificado como el que vivimos, nos surge la duda de si compensa o no permitir el uso de un móvil a nuestros hijos y cuál sería la edad aconsejable para hacerlo. La respuesta a esta pregunta puede variar dependiendo de varios factores, como pueden ser la madurez del niño, su nivel de responsabilidad y las circunstancias de su entorno.

Recomendaciones de los expertos

Según varios expertos, se recomienda dar acceso a un móvil a los niños pasados los 14-15 años. Esto se debe a que en esa etapa nuestros hijos comienzan a ser mucho más responsables de sus actos. Sin embargo, esta no es una regla absoluta y puede variar dependiendo de la madurez de la persona. Otros expertos sugieren que es beneficioso introducir el móvil a una edad más temprana, para inculcar un uso responsable de la tecnología y facilitar la adquisición precoz de conocimientos tecnológicos. Y también hay los que recomiendan retrasar al máximo el momento de dar un móvil a nuestros hijos.

Beneficios y perjuicios para la psicología del niño

Beneficios: Usar la tecnología puede ser una herramienta útil para fomentar la lectura, aprender diferentes materias como matemáticas, programación, geografía o idiomas y para estar en contacto con su grupo de amigos. Además, tener un móvil puede ayudar a los niños a desarrollar habilidades digitales y a navegar de manera segura en un mundo cada vez más tecnológico y a aprender sobre el uso de tecnología de manera natural, justo en las edades donde sus cerebros aprenden sin esfuerzo, lo cual será útil, sin duda, para su vida adulta.

Perjuicios: Por otro lado, el uso del móvil también puede tener efectos negativos en la psicología de los niños. Exponer a un niño a un uso prolongado del teléfono móvil puede asociarse a una cierta dependencia tecnológica y al sedentarismo. Además, el uso excesivo de dispositivos móviles, al igual que el de otros dispositivos electrónicos y otras actividades, puede aumentar las posibilidades de generar una adicción. Y por no hablar de los peligros que puede suponer la exposición de los menores en redes sociales o el fácil acceso a contenidos no adecuados o al contacto con personas malintencionadas. Los perjuicios de la alta exposición a pantallas han sido puestos en duda recientemente por una investigación.

Impacto en la vida del niño

El impacto de regalar un móvil a nuestro hijo supone un antes y un después en su vida. Por un lado, les permite estar en contacto constante con su entorno y facilitar la comunicación. Por otro lado, puede exponerlos a riesgos en línea y, en algún caso, afectar su bienestar mental. La decisión de cuándo regalar un móvil a un niño debe tomarse considerando varios factores y siempre con el objetivo de promover un uso saludable y responsable de la tecnología. Es importante recordar que la educación digital es una obligación más de los padres y que es crucial enseñar a los niños a entender las consecuencias que pueden derivarse de su actividad en el entorno de la comunicación electrónica.

No obstante, la falta de un móvil o de otros medios por los que comunicarse con su entorno social puede tener un impacto en la vida social de un niño o adolescente, especialmente si la mayoría de sus compañeros ya tienen uno. Aquí hay algunas posibles consecuencias:

1. Aislamiento social: En la era digital, los teléfonos móviles se han convertido en una herramienta esencial para la comunicación y la interacción social. Si un niño o adolescente no tiene un móvil, puede sentirse excluido o aislado de su grupo de amigos, que tendrán dificultad o imposibilidad de comunicarse con él y pueden acabar por tener más afinidad y centrarse en los amigos con los que es más fácil comunicarse.

2. Dificultades para participar en actividades grupales: Muchas actividades grupales, como los trabajos en equipo del colegio, se organizan y se realizan a través de aplicaciones de mensajería instantánea. No tener un móvil u otro medio de comunicarse puede dificultar la participación en estas actividades.

3. Estigmatización: En algunos casos, los niños o adolescentes que no tienen un móvil pueden ser vistos como “diferentes” o “raros” por sus compañeros. Esto puede ser una causa más de marginación o bullying.

4. Dificultades para acceder a información y recursos: Los móviles son una fuente importante de información y recursos educativos y sociales. No tener un móvil puede limitar el acceso a estos recursos y el aprendizaje de habilidades necesarias para su futuro.

Es importante destacar que estas son posibles consecuencias y no ocurren en todos los casos. Cada niño y cada situación son únicos y los padres deben tomar la decisión que consideren más adecuada para su hijo. Además, es importante recordar que el hecho de no tener un móvil también puede tener aspectos positivos, como fomentar la interacción cara a cara y reducir el riesgo de adicción a la tecnología.

Por otro lado, los móviles son un mecanismo de seguridad para nuestros hijos. Existen riesgos para la seguridad de un niño que va solo por la calle sin un teléfono móvil.

1. Accidentes de tráfico: Cierto es que hay niños y adultos que cruzan o andan por las calles mirando el móvil, y eso es muy peligroso. Es peor en los niños, ya que pueden tener dificultades para juzgar la velocidad y la distancia de los vehículos en movimiento y sufrir más riesgo de accidentes. Pero cierto es que, si tiene un accidente llevando móvil, es mucho más fácil llamar a los servicios de emergencia o a sus padres y ser identificado.

2. Emergencias médicas: En caso de una emergencia médica, un niño sin un teléfono móvil no podrá llamar a los servicios de asistencia.

3. Exposición a situaciones peligrosas: Un niño sin un teléfono móvil puede encontrarse en una situación peligrosa y no tener la capacidad de pedir ayuda inmediatamente.

4. Desorientación o pérdida: Un niño puede perderse o desorientarse, especialmente en áreas desconocidas. Un teléfono móvil podría ayudarles a contactar a sus padres o a utilizar un localizador para encontrar su camino.

Es importante recordar que, aunque un teléfono móvil puede ser un factor adicional de seguridad, no reemplaza la necesidad de enseñar a los niños sobre su seguridad personal. También hay que tener en cuenta en la ecuación la angustia de los padres cuando su hijo llega un poco más tarde a casa y no tienen forma de llamarle o localizarle para comprobar que todo está bien.

A mi me gusta usar la frase “en el término medio está la virtud”. Mi consejo es no decidir un “todo o nada”, sino que recomiendo dar un móvil a un niño cuando sea necesario, con las lógicas medidas de bloqueo y localización parental, y con unas normas estrictas sobre circunstancias y horas de uso, que se pueden ir ampliando o reduciendo según veamos cómo se va comportando. Si vemos riesgo de adicción, desatención de las tareas diarias, distracciones, mal humor, etc., tendremos que ir cambiando estos parámetros. No recomiendo dejar a los niños aislados de su entorno, ni tampoco que estén todo el día con el móvil porque lo hagan todos sus amigos. El sentido común y la firmeza educativa de los padres juegan aquí un papel fundamental.

No quiero dejar de indicar que el uso excesivo del móvil también puede tener un impacto en los adultos, causando efectos perjudiciales para su salud y sus relaciones sociales. El uso inadecuado del móvil puede provocar falta de comunicación familiar y bajo rendimiento laboral o académico. Además, la adicción al móvil puede ser uno de los factores que provoquen algún tipo de trastorno de estado de ánimo, de personalidad o sexual y esto puede requerir tratamiento psicológico. Los resultados de un estudio indican una asociación entre el abuso del uso del móvil y la depresión, la ansiedad, el estrés crónico y la baja autoestima. Por lo tanto, el uso de tecnología debe ser equilibrado y controlado en todas las edades para evitar posibles efectos negativos.

Isabel Rejano

www.IsabelRejano.es